La economía mundial se ha visto gravemente afectada en 2020 por la pandemia del coronavirus. La recesión económica también ha impactado en el movimiento de remesas debido a la reducción de envíos de dinero por pérdidas de empleo o por descenso de recursos económicos.
La pandemia del coronavirus ha afectado a la economía mundial y a los flujos de dinero que se mueven por todo el globo. El ámbito de las remesas no iba a ser menos.
Entonces, ¿cómo ha afectado el coronavirus a las remesas de dinero?
Aunque en los primeros meses de la pandemia se ha visto cómo el envío de dinero a países receptores de remesas ha aumentado, las previsiones son muy pesimistas.
El Banco Mundial estimó en abril que la cantidad de remesas total que se enviaría en 2020 en todo el mundo caería en un 20%. Además, recientemente, esta entidad ha señalado que en 2021 la cantidad de dinero que los migrantes envían a sus hogares caerá un 14% con respecto a los niveles de 2019. En el caso de América Latina, este 2020 la caída se prevé de apenas un 0,2%, mientras que para el próximo año el descenso sería de un 8%.
En el caso de América Latina, la caída del 0,2% supone el primer descenso en la tendencia de crecimiento de envío de remesas desde 2009 a la región. El impacto ha sido desigual y ha afectado de manera diferente a los países según sus propias características.
Países menos afectados
Los primeros meses de la pandemia no han sido positivos para el flujo de remesas hacia América Latina, como muestra la situación en países como Colombia o en el caso del país andino, el total de remesas que se recibe anualmente corresponde casi al 2% del Producto Interior Bruto (PIB). Tras unas caídas prolongadas entre marzo y julio de este año, el envío de remesas comenzó a recuperarse durante del verano. Según datos del Banco Mundial, en 2020 se han enviado a Colombia remesas por valor de 6.500 millones de dólares.
El país que ha visto como las remesas respondían mejor durante la crisis del coronavirus ha sido México, un país cuyo ingreso por remesas de migrantes corresponde al 2,9% del PIB y es el territorio que más remesas recibe de América Latina y el Caribe. Según los datos del Banco Mundial, el país norteamericano ha recibido remesas por valor de 40.500 millones de dólares.
En el caso de México, la gran cantidad de migrantes en EEUU y una mezcla de factores han contribuido al aumento de las remesas por encima del resto de regiones de América Latina. En primer lugar, los trabajadores migrantes están empleados en trabajos esenciales y críticas para el funcionamiento de los servicios. Según el Centro de Estudios sobre Migraciones, "el 69% de los migrantes en EEUU y el 74% de los trabajadores indocumentados son trabajadores esenciales para las infraestructuras, comparado con el 65% de los trabajadores nacidos en EEUU.
Además, se pudieron beneficiar de programas de estímulo implementados en EEUU. En marzo se produjo un gran pico en el envío de remesas a México que llegó a alcanzar un crecimiento de en torno al 20%. Este crecimiento se debe principalmente a la depreciación del peso mexicano frente al dólar, una realidad que hacía más rentables las remesas. A medida que el valor del peso se ha ido recuperando, el envío de remesas se ha estabilizado. La mala situación del empleo en EEUU hace prever que reduzcan los ingresos de los migrantes en ese país y, por tanto, que afecte al flujo de remesas.
Futuro incierto
Las remesas son un reflejo de la situación económica global y de los países principalmente emisores. Según el análisis del Banco Mundial, "la mala situación económica de España, que está experimentando una segunda ola de infecciones de COVID-19, afectará al flujo de remesas hacia Argentina, Bolivia, Ecuador, Colombia, Paraguay y Perú".
Uno de los problemas que señala el organismo a la hora de enviar remesas es el elevado coste de operaciones. Según sus análisis, el promedio para enviar 200 dólares a la región (unos 170 euros) se situó en el 5,8% en el tercer trimestre de 2020.
El coste mundial promedio de envío de remesas de esa cantidad se sitúa en el 6,8%, muy lejos del 3% que marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
En cuanto a los canales, los bancos tienen un coste promedio de 10,9%, seguidos por las oficinas de correos con un 8,6%, las agencias de transferencia de dinero con un 5,8% y los operadores móviles con un 2,8%. Para comprobar que utilizas el servicio que más se adapta a tus necesidades y que mejores condiciones ofrece, no olvides consultar el comparador de Gelt Giro.