Ahorrar en la Factura de la Luz: La Guía Definitiva

Publicado por Equipo Editorial de Gelt Giro

Publicado el 11/05/2022


Cuando hablamos de ahorrar en la factura de la luz existen múltiples trucos o estrategias que podemos seguir y nos ayudarán a reducir el consumo tanto de potencia como de energía. Al final, ahorrar en la factura de la luz, como cualquier método de ahorro, es muy simple, hoy te queremos contar algunos trucos que os pueden resultar de utilidad:

1. Contratar la potencia adecuada para ahorrar en la factura de la luz

Uno de los gastos que más te pueden drenar poco a poco en la factura de la luz es la potencia contratada. La potencia contratada es cuánta energía podrás utilizar para conectar tus aparatos eléctricos. Es decir, cuántos electrodomésticos al mismo tiempo aguantará tu suministro antes de que salten los plomos

Conocer la potencia contratada es muy sencillo: sólo tendremos que revisar nuestra factura de la luz para conocerla. Ahora, el dato que realmente te interesa es la potencia real que consumes, para esto deberás ir a la web de tu distribuidora (no confundir con la comercializadora) y ver tu consumo real de potencia.

Mapa de distribuidoras - ahorrar en la factura de la luz

En España existen 705 comercializadoras del electricidad y unas 333 distribuidoras. Las distribuidoras son las empresas que hacen llegar la luz hasta los clientes, las propietarias y responsables de la red eléctrica y su mantenimiento. Las comercializadoras, en cambio, sólo hacen de intermediarias entre distribuidoras y clientes a través de ofertas propias sobre las que compiten entre ellas.

Esto es importante entenderlo, porque para acceder a los datos de tu contador inteligente deberás estar seguro de saber cuál es tu distribuidora, ya que es ésta la que tiene los datos y no la comercializadora.

Pero, ¡no te asustes! Aunque existan tantas distribuidoras, la mayoría de los clientes se reparten entre las cinco grandes: Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, E-Redes EDP y Viesgo. En el mapa que te dejamos arriba, ofrecido por la comercializadora Holaluz, puedes ver cómo se reparten en España estas cinco distribuidoras.

Este mapa puede servirte de aproximación para saber cuál es tu distribuidora según dónde vivas. De todas formas, debería venirte indicada tu distribuidora en la factura de la luz. Ya ves que la factura de luz es importante tenerla a mano para poder bajarla.

Consulta online los datos de tu contador inteligente

Sabiendo cuál es tu distribuidora, necesitarás asegurarte de que tu contador sea inteligente. Aunque la mayoría de los contadores ya han sido actualizados, esto depende en gran medida de la comunidad de vecinos o de la finca en la que vivas, por lo que la mejor manera de saberlo es hablando con algún vecino o poniéndote en contacto con tu comercializadora.

Una vez tengas todo claro: la distribuidora y el tipo de contador que tienes, lo siguiente será registrarte en la web de tu distribuidora. Te dejamos los enlaces a las webs de las 5 principales y qué datos necesitarás para registrarte:

  • Endesa Distribución

    • Nombre y apellidos

    • DNI/NIE o pasaporte escaneado

    • Correo electrónico

    • Número de móvil

    • Dirección

  • Iberdrola Distribución

    • Código CUPS (lo puedes consultar también en tu factura de la luz)

    • Correo electrónico

    • Número de móvil

  • Unión Fenosa Distribución

    • Nombre y apellidos

    • DNI/NIE o pasaporte

    • Correo electrónico

  • E-Redes EDP Distribución

    • Nombre y apellidos

    • DNI/NIE o pasaporte

    • Correo electrónico

  • Viesgo Distribución

    • DNI/NIE o pasaporte

    • Correo electrónico

    El registro en estas páginas web suele ser muy sencillo y, tras los pasos a seguir que cada una te pida, tendrás que esperar alrededor de 48 horas para confirmar el registro.

    Consultar tu consumo de potencia online

    Una vez tengas acceso al portal de tu distribuidora, podrás consultar todos los datos relacionados con tu consumo. Por ejemplo, deberías poder ver a qué horas consumes más, qué días lo haces o los picos de consumo máximo.

    Para ahorrar en la factura de la luz podrás consultar tanto la potencia instantánea de tu contador (con lo que podrás probar cuánto consume un electrodoméstico determinado) o, en algunos casos, la potencia máxima consumida. Si esta potencia máxima difiere mucho de la que tienes contratada, puedes ponerte en contacto con tu comercializadora para bajarla a un nivel adecuado. 

    Pero, ¡ojo! Es conveniente que la potencia máxima contratada sea siempre algo superior a la consumida para evitar que acaben saltando los plomos.

    2. Buscar la tarifa que más se ajuste a nuestro consumo

    A la hora de elegir la tarifa de la luz más adecuada a tu consumo y ahorrar en la factura de la luz es muy importante conocer tu consumo para así elegir la mejor opción. Para esto, también te va a ayudar el estar registrado en la web de tu distribuidora, ya que ahí están todos los datos que vas a necesitar.

    Descarga tu historial de consumo

    Aunque la web de cada distribuidora puede ser diferente, lo primero que debes buscar es dónde visualizar tu historial de consumo y cómo descargarlo. Lo que necesitarás es generar una visualización de tu consumo en el último año, que es lo que te va a pedir el comparador de la CNMC. El historial deberás descargarlo en formato CSV para poder subirlo posteriormente al comparador.

    Otra opción interesante, es acceder al comparador directamente desde el QR que aparece en tu factura de la luz. Este QR es personalizado y te aportará todos los datos que necesita para ofrecerte las ofertas que mejor se ajusten a tu consumo.

QR comparados CNMC - ahorrar en la factura de la luz

Una vez en la web de la CNMC, ésta se encargará de todo utilizando tus datos y el precio total que has pagado en un año. A partir de estos datos, te enseñará una tabla con tarifas que te ayudarían a ahorrar en la factura de la electricidad. Desde la tabla, también podrás consultar los detalles como si la tarifa tiene permanencia o servicios adicionales y cuáles son los importes anuales aproximados que pagarías durante los dos primeros años.

3. Revisar la instalación eléctrica

Según estudios de la Plataforma para la Rehabilitación de la Instalación Eléctrica (PRIE), mantener tu instalación eléctrica en buen estado podría ahorrar a los consumidores en España hasta un total aproximado de 2.400 millones de euros al año. Como sabes, en el caso de una vivienda nueva, es obligatoria la revisión al menos cada 10 años y, si se trata de una casa de más de 25 años de antigüedad, cada cinco.

El mantenimiento de las instalaciones eléctricas es muy importante ya que te servirá para evitar averías que puedan causar daños materiales importantes que puedan costar mucho más dinero en el futuro.  Estas revisiones deben realizar comprobaciones en el cuadro eléctrico, en el estado y consumo de los elementos de alumbrado, los interruptores, tomas de corriente o cableado, entre otros. 

4. Usar bombillas LED para ahorrar energía

Como ya sabrás, cambiar de bombillas convencionales a bombillas LED supone un ahorro considerable, ya que éstas consumen hasta 10 veces menos energía y tienen una vida útil muy superior en comparación a las incandescentes. Por ponerte un ejemplo, una bombilla LED aguantaría hasta 20 meses encendida todo el tiempo, mientras que una incandescente lo haría sólo 40 días. ¡Imagínate el ahorro sólo en bombillas!

Cómo elegir la bombilla LED ideal

Para comprar una bombilla LED tendrás que tener en cuenta dos factores: la potencia y la intensidad lumínica (los lúmenes). Si estás cambiando bombillas tradicionales a LED es importante conocer la potencia de las bombillas que estás sustituyendo. En la tabla de arriba te dejamos una comparativa para que tengas a mano.

Ya que vas a meterte en arena, lo ideal sería que vieras cuáles son más adecuadas para cada estancia:

  • En la sala de estar, lo aconsejable sería instalar una iluminación general 100 lux (450-700 lumen) y, para ver la televisión o leer, puedes optar por una de 500 lux (400-1600 lumen).
  • En la cocina, lo recomendable sería una de 300 lux (500-700 lumen). También se pueden instalar tiras LED sobre las encimeras para ver mejor en la zona de preparación, por ejemplo, de entre 500 y 600 lux.
  • En el baño, se puede instalar una bombilla de 200 lux (900-1400 lumen) y de 300 a 500 lux /320-1250 lumen) para el área de maquillaje o afeitado.
  • En el dormitorio, lo aconsejable sería instalar bombillas de 200-300 lux (900-1400 lumen) para la iluminación general. En las mesillas de noche o el cabecero deberías optar por unas de 500 lux (500-950 lumen) para así poder leer  sin forzar la vista.

Bombillas Inteligentes

Si quieres ir todavía un paso más allá, puedes optar por bombillas LED inteligentes. Estas bombillas se pueden controlar con el teléfono móvil, interruptores inteligentes y algunas hasta con altavoces inteligentes de diferentes marcas.

Las bombillas inteligentes pueden ser un buen aporte a la hora de ahorrar en tu factura de la luz, ya que permiten establecer automatizaciones según la hora del día, que haya o no alguien en casa, etc. permitiendo que estas no permanezcan encendidas innecesariamente. 

Hay de diferentes tipos y precios, aunque ya hay marcas que ofrecen gamas muy competitivas y de calidad como IKEA y muchos modelos tanto bluetooth como wifi que podrás encontrar en tu tienda de electrónica de confianza.

5. Uso adecuado de los electrodomésticos para ahorrar en la factura de la luz

Uno de los mayores “coladeros” de energía son los electrodomésticos. Por eso cuidar la manera y el cuándo los utilizamos puede ser otra vía de ahorrar en la factura de la luz. Hay diferentes trucos y estrategias que te pueden ayudar a reducir el consumo residual que afecta a tu factura. Veamos algunos consejos:

La nevera

La nevera es uno de los electrodomésticos que más consume en tu hogar, un 30% de tu consumo total, concretamente. Por ello será importante cuidar cómo la utilizamos para aumentar su eficiencia energética lo máximo posible y, además, alargar su vida útil. Algunos consejos serían:

  • Abrirla el menor tiempo posible: Muchas veces no nos damos cuenta de que cuando más consume el frigorífico es cuando la puerta está abierta, ya que la temperatura sube drásticamente. Abrirla el menor tiempo posible y asegurarte de que queda bien cerrada parece un consejo de cajón, pero realmente cambia por completo la manera en que la nevera consume.

  • Organizar bien los alimentos: Una cosa que a lo mejor no sabes es que una nevera medio llena consume más que si está completamente llena. Esto se debe a que los alimentos fríos mantienen mejor la temperatura. Por eso, mantener bien organizada la nevera te va a ayudar a que consuma menos.

    No te decimos que la llenes hasta que no quepa más, obvio, pero sí que tengas en cuenta que los alimentos mantienen mejor el frío y que un flujo de aire interior adecuado va a hacer que esta mantenga la temperatura utilizando menos electricidad.
  • No metas comida caliente en la nevera o el congelador: Cuando metes comida caliente directamente al frigo, calientas el aire que tiene dentro obligándolo a consumir más energía para recuperar la temperatura adecuada.

  • Descongelar una vez al año o siempre que haya hielo. Una capa de sólo 3 milímetros de escarcha puede aumentar hasta un 30% el consumo.

  • No apagues tu nevera: Cuando más gasta una nevera es cuando tiene que pasar de una temperatura ambiente (18º-26º) a una temperatura de mantenimiento de alimentos (1º-4º). Entonces, apagar la nevera en el día a día para ahorrar luz es un error que, de hecho, hará que consuma más.

La lavadora

La lavadora es un electrodoméstico que puede llegar a consumir mucho cuando está marcha, por eso es importante saber cómo aprovechar al máximo sus capacidades para ahorrar en la factura de la luz:

  • Lo más recomendable es intentar llenar siempre el tambor. Cuando aprovechas la capacidad de la lavadora al máximo, reduces el número de coladas de manera que el consumo total de luz bajará. Pero, ¡ojo! tampoco hay que llenarla más de la carga máxima que admite, ya que esto puede hacer que se te estropee. Lo ideal es llenarla dejando un palmo aproximadamente entre la ropa y el techo del tambor.

  • Si en algún momento necesitas poner una lavadora sin llenarla, utiliza programas de media carga si te resulta posible.

  • Aprovecha el centrifugado para que la ropa salga más seca y, siempre que puedas, es mejor tender la ropa al aire libre.

  • El mantenimiento y la limpieza de una lavadora son otra manera de ahorrar energía. Hay que mantener limpios el filtro, el tambor y el cajón del detergente, además de dejar secar al aire la goma de la puerta después de cada lavado. 

  • Es aconsejable hacer una limpieza de cuba, usando tu lavadora sin nada en el interior a unos 90º.

  • Si tienes tarifa con discriminación horaria, aprovechar las horas valle para poner la lavadora será también un factor importante. Las horas valle, generalmente son por la noche (a partir de las 22 horas) y los fines de semana.

Dispositivos en standby

Cuando, por ejemplo, apagas la televisión con el mando a distancia, no queda apagada del todo, sino que queda en lo que se conoce como “standby”. Un electrodoméstico en standby mantiene un consumo mínimo para, en el caso de la televisión, poder recibir órdenes del mando para volver a encenderse. 

A esto se lo conoce como consumo fantasma. Según un estudio de IDAE, el consumo fantasma representa un 10,7% del consumo energético total de una vivienda. Obviamente, esto es muy relativo y depende de cuántos aparatos tengamos en casa en reposo pero, de media, si apagas completamente cada electrodoméstico, ahorrarías en torno a 50 euros al año. 

Los electrodomésticos que más consumen en standby normalmente son los que tenemos en el salón: la televisión, el router, las videoconsolas, el aire acondicionado… Luego, les seguirían otros muchos que pasan más desapercibidos como la impresora, la cafetera, el microondas y, ya con un consumo mínimo, lámparas y cargadores de móviles o portátiles que dejamos permanentemente enchufados aunque no estén siendo utilizados.

Existen diferentes soluciones para el consumo fantasma:

  • Usar temporizadores: Estos dispositivos funcionan como un interruptor y te permiten programar a qué hora quieres que un electrodoméstico reciba electricidad y cuándo no. Lo puedes usar, por ejemplo, en estufas en invierno o para programar tu lavadora si es de encendido mecánico.

  • Usar regletas con interruptor: Los que normalmente conocemos como ladrones tienen un interruptor. Si tienes múltiples aparatos que quieres apagar al mismo tiempo como, por ejemplo, la televisión, la videoconsola y el equipo de altavoces, utilizar una regleta de este tipo te servirá para apagarlos todos al mismo tiempo cuando no vayas a utilizarlos.

  • Usar regletas con eliminador de standby: Existen unas regletas más avanzadas que detectan por sí mismas cuando hay una bajada de consumo y se apagan automáticamente. Aunque son algo más caras que las normales, se amortizan aproximadamente al cabo de 6 meses.

  • Regletas y enchufes inteligentes: Si antes te hablábamos de las virtudes de las bombillas inteligentes, el mundo de la domótica tiene mucho más que ofrecer. Existen enchufes inteligentes que puedes programar para encender dispositivos en función de la hora, o de reglas más complejas que estableces desde tu teléfono móvil. De esta forma, puedes controlar que tu estufa sólo se encienda si hace frío, durante unas horas concretas, y estás en casa. 

    También existen regletas inteligentes que, utilizadas de manera estratégica te permitirán automatizar el apagado completo de múltiples dispositivos en diferentes situaciones. Por ejemplo, podrás establecer que con un comando se apaguen la televisión, la videoconsola, el equipo de sonido, la impresora y el microondas. Además después podrás o bien hacer un comando, o bien una automatización, que los vuelva a encender todos o encenderlos tú a través del móvil o tu asistente de voz favorito uno por uno. ¡Las automatizaciones personales son el punto más positivo de invertir en la casa inteligente!

Eficiencia de los electrodomésticos

Otro factor muy importante es la eficiencia energética de los electrodomésticos. Los de mayor eficiencia (A, B, C) consumen un 55% menos de media. Es algo a tener en cuenta cuando te toque renovar o comprar alguno. Es cierto que salen algo más caros, pero la amortización de la diferencia de precio es rápida y lo notarás en tu factura.

Según IDAE, un 55% del consumo energético del hogar pertenece a los electrodomésticos: siendo un 30% del frigorífico, y un 12% la televisión y la lavadora cada uno. Todo eso va sumando y es importante. Por ello existe una clasificación energética, etiquetada en todos los electrodomésticos por ley, que va desde la A a la G, siendo los productos de clasificación A los de menor consumo.

Frigoríficos

Un frigorífico de clasificación A puede disminuir el consumo de electricidad en hasta 2006€ durante un periodo de 17 años respecto a uno de clasificación G. 

Al escoger la nevera, recuerda revisar bien el tamaño para que pueda encajar dejando algo de espacio alrededor para que circule el aire. Igualmente, es importante no obstruir la parte trasera para que no se caliente demasiado el motor. El espacio de la cocina idóneo deberá ser uno donde no dé excesivamente el sol ni esté cerca de una fuente de calor como podrían ser la vitrocerámica o el horno.

Lavadoras

Las lavadoras traen en su etiqueta de eficiencia energética una valoración aproximada del consumo de energía cada 100 ciclos. Es decir, si a una lavadora que consume 56 kWh cada 100 ciclos, multiplicas este consumo por el precio de la electricidad, obtendrás el coste por terminar 100 lavados. De esta forma, podrás comparar qué lavadora se ajusta mejor a tus necesidades.

También es importante tener en cuenta la capacidad máxima en kilos. Por ejemplo, para una o dos personas, y menos de 4 usos por semana, es bastante con una carga de 5 o 6 kg. Si se trata de unas 4 personas y 6 o más lavados a la semana, nos hará falta una lavadora con una capacidad de, al menos, 10 kilogramos.

Calefacción y Aire Acondicionado

Si tu casa tiene radiadores o estufas eléctricas, bomba de calor o incluso de gas natural, aunque este último no repercuta en la factura de la luz, utilizar bien los termostatos o aislar bien la vivienda serán factores cruciales para ahorrar en la factura energética.

Regular Temperatura

En invierno, poner el termostato entre 19º y 21º es suficiente para mantener la casa caliente sin disparar nuestro consumo. También es importante no hacer cambios bruscos de temperatura, ya que estos picos de consumo se reflejan notoriamente en la factura después. Por eso, cuando quieras apagar la calefacción por las noches o mientras te vas al trabajo, es mejor bajar el termostato a unos 15º-17º que apagarla por completo.

Si tienes aire acondicionado, en verano, procura no bajar de 25º y apágalo unos 30 minutos antes de salir de casa. El frío residual será suficiente y evitarás resfriados al dejar que tu cuerpo se adapte poco a poco a la temperatura exterior.

Aislamiento térmico

Un buen aislamiento térmico es muy beneficioso en muchos aspectos: ahorro en la factura energética, mayor confort en el hogar, desaparición de humedades, etc. Si tienes una vivienda en propiedad y puedes permitirtelo, una reforma para mejorar la eficiencia térmica es más que recomendable. Pero si ese no es tu caso, existen algunos trucos que pueden ayudarte a mejorar el aislamiento de tu hogar:

  • Identificar las partes de la casa que necesitas aislar: Lo primero que debes conocer es por dónde se escapa la temperatura de tu hogar. Esto se puede hacer sencillamente comprobando la temperatura media de cada una de las habitaciones con un termómetro de hogar o exterior. También hay que tener en cuenta los posibles escapes más sutiles como las juntas de las ventanas, el cajón y la cuerda de las persianas, etc. Una buena instalación con productos eficaces y de alta resistencia térmica en suelos, paredes o techos es imprescindible.

  • Las ventanas son uno de los mayores puntos débiles de la casa: Si quieres evitar fugas de calor o frío, lo aconsejable es que las ventanas cuenten con sistema de doble acristalamiento y, si es posible, cámara de aire. También es relevante la calidad de la carpintería (de PVC siempre que sea posible) que evite que se formen puentes térmicos.

  • Utilizar toldos y persianas en verano: Evitar la luz directa del sol en las horas de más calor en verano minimizará un calentamiento excesivo de la casa. 

  • Aprovechar la luz del sol en invierno: Al contrario que en verano, dejar que el sol caliente la casa, dejando entrar la luz a través del cristal, dejando las cortinas o visillos abiertos, será de gran ayuda.

  • Usa paneles reflectantes: Son un accesorio muy útil para los radiadores de gas, ya que reflejan el calor evitando que la fachada “se coma” esa energía sin aporte alguno. Puedes comprarlos o, incluso, hacerlos tú con cartones y papel de aluminio.

Termostatos inteligentes

Una vez más, si te lo puedes permitir, existen soluciones domóticas que te permitirán automatizar el uso de la calefacción o el aire acondicionado evitando descuidos y aprovechando al máximo las capacidades de tu instalación.

Conclusión

Existen muchísimos trucos y consejos para ahorrar en la factura de la luz pero, al final, lo más importante es ser responsable en el consumo y pensar bien en el largo plazo a la hora de comprar o cambiar electrodomésticos. Esperamos que esta pequeña guía te haya resultado de utilidad y, si tienes algún truco que quieras compartir o alguna duda sobre el tema, ¡te esperamos en las redes!

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